En lo que claramente es un acto de subordinación a las posiciones del Congreso, el Ministerio de Relaciones Exteriores anunció en una nota de prensa que le comunicó su “extrañeza” al coordinador residente del Sistema de las Naciones Unidas en el Perú, Igor Garafulic, por el comunicado que esa oficina emitió el jueves 7.
El Sistema de Naciones Unidas en el Perú había expresado su “preocupación” por la investigación sumaria en contra de los miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) impulsada desde el Legislativo y que en dos semanas podría terminar con su destitución, algo que ha sido calificado por diversos especialistas como una amenaza de quiebre constitucional.
El lunes, la comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, que preside el fujimorista Alejandro Aguinaga, exhortó a la Cancillería a “activar los mecanismos diplomáticos” para retirar a Garafulic debido a una supuesta “intromisión en asuntos internos de Estado”. Torre Tagle tomó nota.
Al respecto, el docente e internacionalista Farid Kahhat indicó que, dado que la expulsión del representante de la ONU resultaba “improcedente”, Torre Tagle optó por convocarlo para hacerle conocer su “extrañeza” y así no desairar a un Legislativo del cual depende la sobrevivencia del Gobierno de Dina Boluarte.
Además, Kahhat enfatizó que la preocupación de la ONU no es reciente y no se circunscribe solamente a la JNJ. De hecho, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Turk, se pronunció esta semana sobre lo que ocurre en el Perú y mencionó que su oficina ha documentado 13 leyes y 5 acusaciones constitucionales que han sido consideradas motivo de inquietud por interferir en entidades a las que la Constitución peruana reconoce autonomía.
Por su parte, el excanciller Diego García Sayán indicó que lo expresado por Garafulic va en la línea consistente de la actuación de quien representa al Sistema de Naciones Unidas en un país soberano.
Señaló que lo que transmitió no son opiniones personales, sino que ha recordado obligaciones internacionales de Naciones Unidas, como los principios básicos sobre independencia de jueces y magistrados, adoptados en la ONU en 1985.
“Es casi surrealista que alguien se sorprenda de que un funcionario de tal nivel cumpla nada menos que con su responsabilidad de mencionar estándares que todo país debe cumplir. Lo que va de la mano de las propuestas extremistas de retirar al Perú del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, algo que solo han hecho dictaduras”, sostuvo.
García Sayán también resaltó la intervención de Turk en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra y consideró que se trata un “aval y respaldo” a la comunicación pública de Garafulic.
Poder real. El Congreso es el que maneja los hilos. Foto: difusión
En tanto, la investigadora Jo-Marie Burt advirtió que, con este tipo de amenazas que provienen desde el Legislativo —contra el representante de la ONU en el Perú y con los proyectos de ley que buscan retirar al Perú del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (leer recuadro)—, el Perú “va en camino de convertirse en otra Guatemala”, de “construir ese camino autoritario, sin equilibrio de poderes, con instituciones democráticas que son solo de fachada y cuyas excepciones son el blanco de un Congreso que no quiere el escrutinio internacional”.
Burt señaló que el argumento de que cualquier comentario que alguna institución o representante haga sobre lo que pasa dentro del Perú supone una “intromisión” es falso.
“No estamos en el siglo XV. El Perú está insertado en un sistema mundial y eso trae beneficios, pero también obligaciones, como el respeto a los principios democráticos y a los derechos humanos”, declaró la especialista.
Montoya presentó su proyecto
Jorge Montoya, en representación de la bancada de Renovación Popular, expuso ayer en la Comisión de Constitución su proyecto para retirar al Perú de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
La iniciativa persigue la “recuperación de la soberanía nacional” en la resolución de conflictos internos. Montoya acusó a la Convención de “haberse politizado” y adoptar una ideología de izquierda, cuyas sentencias han resultado contrarías a los intereses del Estado. Con proyectos similares estaban programados también Segundo Montalvo, de Perú Libre, y Wilson Soto Palacios, de Acción Popular, pero no se presentaron.
La clave
Presión. El internacionalista Óscar Vidarte dijo que el Gobierno actúa ante un Congreso que demuestra tener mucho poder, lo que se ve con el llamado al representante de la ONU. “Da temor que esto se extienda a otros temas que vienen del Legislativo, que empuja una política exterior dañina y peligrosa”, señaló.