Jennie Dador explica que organizaciones y partidos políticos dejaron de lado sus diferencias y han reconocido que es momento de unirse para evitar que se instale una dictadura congresal en el país. Señala que el inicio de esta lucha empezará mañana sábado con una marcha que partirá del Campo de Marte.
—¿Cómo nace la Plataforma por la Democracia?
—Sale producto de la situación en la que nos encontramos. Hicimos una convocatoria amplia desde la Coordinadora a organizaciones, colectivos, gremios, movimientos políticos, etc. y vinieron todos. Estábamos de acuerdo en que teníamos que buscar dos cosas que nos unen y poner a un costado las diferencias. Y lo que nos une es estar dispuestos a luchar por la democracia, contra la impunidad y la corrupción. Sobre esa base nos reunimos haciendo conciencia de que necesitábamos estar unidos para enfrentar esta situación crítica.
—Está en juego la democracia…
—Cuando la ciudadanía percibe que está en juego la única posibilidad de justicia que tiene —mala, buena—, que alguien va a controlar el aparato de justicia y posiblemente el aparato electoral, siente como que estamos en el último escalón de caída libre de la democracia.
—¿La marcha nacional del sábado es el inicio de otras movilizaciones?
—Nosotros vemos que esto no va a ser corto, no es un solo acto. Consideramos que es un momento importante para hacer sentir la voz de los sindicatos, campesinos, mujeres, trabajadoras del hogar, de los partidos políticos.
—La ruta no es la tradicional…
—Este sábado a las 4:30 p.m. estamos partiendo desde el Campo de Marte hacia la avenidas Salaverry, Javier Prado, Arequipa y concluiremos en el Palacio de Justicia. Invitamos a la ciudadanía; esta es una plataforma abierta y se pueden seguir sumando colectivos, movimientos políticos, ecológicos, ambientales, deportivos porque el tema de la justicia y esta dictadura congresal es algo que tiene un impacto en la vida de todos y todas. Los esperamos este sábado en el Campo de Marte.
—¿Esperan la adhesión de partidos de centroizquierda?
—Sí. Sabemos que hay organizaciones con las que se tiene diferencias, pero todos estamos haciendo el esfuerzo y esto refleja un nivel de madurez. Eso de que yo no me junto contigo porque en las elecciones pasadas me insultaste ya no existe en este momento. Si perdemos, la democracia no va a ser posible que te insulten en las siguientes elecciones porque no habrá próximas elecciones.
—De ahí que hay solo dos puntos en agenda.
—No se desconoce que aquí hay un acumulado de distintas organizaciones y que probablemente habría más puntos en esa agenda, pero en esta hay solo dos para tratar de ampliar las posibilidades de alianza y unidad.
—¿Se han manifestado las federaciones universitarias?
—Hemos tenido representantes de dos agrupaciones universitarias. Ya empezarán las movidas dentro de las propias universidades y en las redes.
—El Congreso señala como intromisión la preocupación de Naciones Unidas por la investigación a miembros de la Junta Nacional de Justicia. ¿Qué opina?
—Esa es una reacción típica de dictaduras que se van consolidando. Y dentro de esa conducta está el de rechazar al sistema de Naciones Unidas por el llamado que hace al Gobierno peruano por lo que está pasando dentro del Estado. Además, no es algo que salga de la cabeza del relator o del Alto Comisionado para Derechos Humanos, hay principios rectores que el Perú ha suscrito y son parte de los compromisos internacionales: garantizar una justicia imparcial y asegurar que los magistrados no serán presionados.
—¿Usted cree que en el Parlamento hay bancadas que representan a la derecha extrema?
—No encuentro en este Congreso a gente que opere bajo una doctrina. Encuentro personas que dicen ser de derecha y atentan contra la democracia, el sistema de justicia, contra los derechos ganados. Pero también veo al otro lado, que dicen ser de izquierda y atentan contra lo mismo. Son posiciones extremistas, retrógradas en términos de lo que hemos avanzado en el mundo en derechos. Este año se cumplen 65 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Sin esa declaración las mujeres, los indígenas, los trabajadores no tendrían derechos. Un país que quiere apartarse de esto no es para mejorar.
—La Coordinadora va a tener un trabajo arduo en los siguientes meses y tal vez años.
—Así es. Tenemos 38 años de vida institucional, eso quiere decir que hemos visto pasar democracia y dictadura. Hay un acumulado que nos dice que es posible luchar contra estas fuerzas que pretenden instalar nuevamente el autoritarismo en el Perú. El trabajo es arduo y esta respuesta de las organizaciones nos reconforta en el sentido de que hay confianza en el trabajo que históricamente ha hecho la Coordinadora. Estamos dispuestos a facilitar procesos. No tenemos intención de competir en las elecciones, somos un ente que tiene otras funciones.
—La respuesta contra el Congreso ha sido amplia, la Conferencia Episcopal Peruana también se ha manifestado.
—No hay que perder de vista que hace poco estuvo en el país una comisión investigadora que envió el papa Francisco respecto al comportamiento del Sodalicio y ha visto que la justicia no está funcionando, que había corrupción. Entonces, creo que es un llamado de la Iglesia sobre lo que está ocurriendo en el país. Es importante que plantee su posición frente a esto.
—El Apra no se ha pronunciado.
—No. Sería bueno que se una, en este momento hay que defender la democracia. Todos pueden sumarse recordando siempre los requisitos: luchar por la democracia, contra la impunidad y la corrupción.