Este jueves 14 de setiembre los precios del petróleo alcanzaron su punto más alto de todo el año, impulsados por las perspectivas de una oferta más restringida, las cuales prevalecieron sobre las preocupaciones relacionadas con un crecimiento económico más débil y el aumento de las existencias de crudo en Estados Unidos, según Reuters.
A las 11.24 horas (CET) (15.24 GMT), el precio del petróleo Brent registró un incremento de US$1,74, equivalente al 1,88%, situándose en US$93,62. Este valor marcó su punto más alto desde noviembre de 2022, cuando alcanzó un máximo de sesión de US$93,68 por barril.
Simultáneamente, el petróleo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) experimentó un alza de US$1,57, representando un incremento del 1,8%, y alcanzó un máximo en los últimos 10 meses, por lo que llegó a los US$89,09.
El último miércoles, la Agencia Internacional de Energía anunció que Arabia Saudita y Rusia han ampliado sus reducciones en la producción de crudo, lo que se traducirá en un déficit en el mercado durante el cuarto trimestre. A pesar de un breve retroceso en los costos debido a un informe desfavorable sobre los inventarios estadounidenses, estos retomaron rápidamente su tendencia alcista.
El petróleo ha experimentado un aumento constante durante los últimos tres meses. Los futuros del crudo han subido más del 30% desde finales de junio, en medio de una estrecha restricción de la oferta tras los recortes de producción de la OPEP+.
Con información de Reuters